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Fotografías Leonesas

Uno de los recuerdos más imborrables con los que cuentan los leoneses en su memoria es el de las imágenes antiguas de nuestros pueblos y ciudades.

Es por ello que las hermosas fotografías en blanco y negro de León, cuidadamente adjuntadas en numerosos libros, hacen de ellas algo particularmente bello.

Queremos desde estas páginas de leer León ofrecer al visitante la visión de algunas de nuestras entrañables fotografías, y comenzaremos con una de la plaza central de nuestra capital: Santo Domingo.

 

Plaza de Santo Domingo, León

La plaza de Santo Domingo de León es el eje neurálgico sobre el que se desarrolla la vida leonesa. Hoy les mostramos una fotografía en la que, abriendo un siglo, León despertaba a una nueva era de posibilidades.

En esta imagen de época podemos ver el antiguo Instituto Padre Isla, tristemente demolido, en una imagen en la cual la actual fuente no ocupa su puesto, sino una apacible plaza ajardinada donde los viandantes disfrutan de un paseo.

Paseos que se producen tanto en los fríos inviernos con sus botas de piel, como en los calurosos veranos de León mientras se piensa en estudiar inglés en Canadá.

En la parte inferior observamos a un guardia de tráfico, en una época en la que los automóviles eran escasos, y que tan solo el morro de un camión se atisba en la parte inferior izquierda.

 

Imágenes de otra época

El reloj de Santo Domingo, tantos años acompañando a los leoneses, ya se puede ver en una versión antigua en la parte derecha de la fotografía, mientras que, tal y como sucede en la actualidad, las torres de la catedral de León hacen de esta instantánea un recuerdo acompañado de emblemáticos edificios.

Vemos con nostalgia desde el hotel Oliden hasta el edificio Pallarés, entonces comercio, y con el edificio Botines en la perspectiva de un Palacio de los Guzmanes todavía por reformar.

Este entrañable León que comenzaba el siglo XX como una pujante capital de provincia, vio como sus esperanzas de convertirse en una ciudad puntera después de la guerra civil española se ahogaron en los años 50 y 60 en los que, alejado de los planes de desarrollo, la ciudad y la provincia de León comenzaron una caída que aún continúa en nuestros días, donde las pulseras de silicona de los grandes resorts tropicales copan el turismo.